Se basa en la acumulación selectiva de un fotosensibilizador en tejido maligno con baja toxicidad sistémica.

Tras la activación de la luz induce la foto-oxidación, seguida de la destrucción selectiva del tumor a través de los mecanismos celulares vasculares y directos.

Existe una clara tendencia de aumento de la mediana de la supervivencia después de la resección quirúrgica y un tratamiento fotodinámico solo.

Es generalmente bien tolerado y los efectos secundarios consisten en moderado aumento de la presión intracraneal y la sensibilidad de la piel prolongada a la luz solar directa.

Los datos actuales disponibles indican que la TFD es un tratamiento seguro, que es bien tolerada por los pacientes y produce una mejoría en la supervivencia de los pacientes con tumores cerebrales malignos. Información concluyente se puede esperar de los ensayos clínicos controlados que actualmente se están diseñando. Los resultados plantean la esperanza de que la TFD será una valiosa adición al arsenal terapéutico para el tratamiento de tumores malignos cerebrales.

La TFD intraoperatoria usando talaporfina de sodio y un láser semiconductor puede ser considerado como una opción potencialmente eficaz y suficientemente segura para el tratamiento adyuvante de los tumores cerebrales malignos primarios.

Puede tener un impacto positivo en el control local del tumor, sobre todo en pacientes con glioblastoma recién diagnosticado ¹⁾