Tumor del tercer ventrículo
Es un sitio raro y difícil de extirpar un tumor por completo.
Clínica
Las manifestaciones de los tumores intrínsecos del III ventrículo quedan a menudo reducidas a un cuadro de hipertensión intracraneal.
Es hasta cierto punto característico de los quistes coloides la presentación intermitente de los síntomas, a veces provocada por cambios de posición de la cabeza.
Los intervalos libres pueden prolongarse hasta más de 10 años.
En ciertos casos, el síndrome de hipertensión intracraneal puede quedar completamente esfumado.
Además de los síntomas de hipertensión, que representan en realidad el síndrome ventricular propriamente dicho, pueden observarse una serie de manifestaciones de vecindad producidas por la compresión de las paredes del ventrículo o por una defectuosa irrigación sanguínea de los grupos celulares paraventriculares.
Entre las mismas mencionaremos trastornos psíquicos, manifestaciones cerebelosas, síntomas extrapiramidales o piramidales, parestesias o dolores en las extremidades, síntomas diencefálicos, síntomas por parte de las vías ópticas y crisis tónicas de rigidez decerebrada o de retroflexión de la cabeza.
La exploración electroencefalográfica muestra anomalías difusas y bilaterales, generalmente salvas de ondas theta o delta.
Diagnóstico diferencial
Parte anterior
Quiste coloide
Tumor selar
Sarcoidosis
Aneurisma:
Los aneurismas que se presentan como masas del tercer ventrículo son poco comunes, y en la mayor parte de los casos surgen del ápex de la arteria basilar.
Se ha publicado un caso único de aneurisma parcialmente trombosado de la arteria cerebral anterior (Castro y col., 2013).
Glioma hipotalámico
Histiocitosis
Meningioma
Glioma óptico
Posterior
Casos clínicos
2603/Q