El carcinoma embrionario es el tipo más indiferenciado de los tumores de células germinales.
Se caracteriza por amplias zonas de necrosis y hemorragia y está constituido por células epitelioides que se organizan formando glándulas o cordones.
La forma de presentación típica es una masa escrotal sólida indolora o levemente dolorosa. También es frecuente que estos pacientes se presenten con molestias testiculares o aumento de volumen escrotal sugestivo de epididimitis u/y orquitits.
En ocasiones se presentan con un cuadro de dolor testicular agudo, simulando una torsión.
La mayoría de los pacientes comienzan el estudio tras alguno de estos síntomas, por tanto es extremadamente infrecuente encontrarse con una lesión que infiltre piel escrotal.
Se acepta, en general, que la mediana de tiempo transcurrido hasta el diagnóstico, se sitúa alrededor de 3 meses.
El retraso en el diagnóstico de la neoplasia testicular generalmente se debe a la demora del paciente en solicitar asistencia médica y en ocasiones, a un diagnóstico tardío por parte del médico. Se ha demostrado que el retraso en el diagnóstico afecta al estadio de la enfermedad, existiendo una correlación lineal entre el tiempo hasta el diagnóstico y el estadio clínico.
Para una correcta estadificación tumoral es necesaria una adecuada exploración física, niveles séricos de alfafetoproteína, betaHCG, LDH y pruebas de imagen. La extensión local del tumor, la afectación de órganos a distancia, los niveles de marcadores tumorales y la elevación o no de la LDH, establece los diferentes grupos pronósticos el tratamiento así como su duración.