La bioética es la rama de la ética que se dedica a proveer los principios para la correcta conducta humana respecto a la vida, tanto de la vida humana como de la vida no humana (animal y vegetal), así como al ambiente en el que pueden darse condiciones aceptables para la vida.
En su sentido más amplio, la bioética, a diferencia de la ética médica, no se limita al ámbito médico, sino que incluye todos los problemas éticos que tienen que ver con la vida en general, extendiendo de esta manera su campo a cuestiones relacionadas con el medio ambiente y al trato debido a los animales.
La bioética es una disciplina relativamente nueva, y el origen del término corresponde al pastor protestante, teólogo, filósofo y educador alemán Fritz Jahr, quien en 1927 usó el término Bio-Ethik en un artículo sobre la relación ética del ser humano con las plantas y los animales.
Más adelante, en 1970, el Bioquímico norteamericano dedicado a la oncología Van Rensselaer Potter utilizó el término bio-ethics en un artículo sobre “la ciencia de la supervivencia”y posteriormente en 1971 en su libro Bioetica un puente hacia el futuro.
Ejemplo de líneas de bioética en neurocirugía
1. Consentimiento informado en Neurocirugía
2. Bioética y demencias
3. Bioética en el final de la vida
4. Muerte cerebral
La neuroética pretende ocupar un lugar especial dentro de las biotecnologías. Primero esboza un marco moral para analizar los efectos de estas neurociencias. Pero ambiciona dar un salto determinante de nivel: interpretar los datos neurocientíficos como expresión de las bases neuronales de la conducta moral -su origen-, lo que, de comprobarse, constituiría una revolución al interior de la bioética.
Rasgos fundamentales de nuestra condición cambiarían radicalmente: determinismo, culpabilidad, elección, voluntad. Así Changeaux explica el libre albedrío como resultado de interacciones electroquímicas en el cerebro y como programa biológico para la toma de decisiones modelada por la evolución8. Habría un doble plano, neuroética de la neurociencia o ética aplicada y neurociencia de la ética o ética fundamental.
La razón de esta dicotomía está en que su “bien interno” específico como práctica, diría Aristóteles, apunta a los valores inherentes al hombre: su vertiente moral. Si la ética supuso un giro en filosofía y la bioética un giro en medicina, la neuroética constituría un giro mayor porque cuestiona las bases del pensamiento moral occidental.