Los angiomas venosos constituyen malformaciones vasculares encefálicas habitualmente reportadas en necropsias.
Frecuentemente, son clínicamente asintomáticas y son halladas cada vez con mayor incidencia por al aumento de la disponibilidad de estudios neurorradiológicos.
Se trata de malformaciones compuestas por venas medulares que convergen en una gran vena de considerable tamaño, rodeadas de parénquima cerebral normal. Estas estructuras proveen drenaje venoso normal al tejido circundante.
Existen dos teorías referentes a las posibilidades del desarrollo de los angiomas venosos
1) Mal desarrollo primario de los vasos. El día 45 de la gestación presenta numerosas estructuras venosas en el cerebro normal, que drenan el telencéfalo con apariencia de “cabeza de medusa”, que evolucionan transformándose hacia el día 90 en venas que drenan en sistemas venosos normales. La detención de este desarrollo generaría el angioma venoso mencionado.
2) Oclusión de venas medulares normales o sus tributarias.
Angiográficamente, se observan numerosas venas radiadas que drenan en una gran vena, sin aumento de la velocidad local circulatoria, permaneciendo permeable en las fases venosas tardías.
Este tipo de lesiones habitualmente tienen un curso asintomático y aunque se han reportado algunos casos de hemorragia cerebral por angiomas venosos, la experiencia colectiva demuestra baja probabilidad de sangrado.
Ha sido reportado que suelen asociarse a cefaleas y/o convulsiones, pero deben estudiarse exhaustivamente los pacientes antes de adjudicarle dicho síntomas a estas malformaciones.
La conducta terapéutica es generalmente conservadora, porque su exéresis quirúrgica puede resultar en serias complicaciones porque las venas drenadas por el angioma también son utilizadas por tejido cerebral normal.
En los raros casos que la hemorragia cerebral o las convulsiones sean atribuidas al angioma venoso, la radiocirugía puede constituir una alternativa de tratamiento, en virtud de la obliteración vascular obtenida durante un largo período de tiempo, que permite el desarrollo de otras vías de drenaje venoso para el tejido cerebral normal.
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