Los aneurismas de la arteria cerebral posterior son raros, su frecuencia se ubica entre el 0,7% al 2,3% de todos los aneurismas intracraneales.
La arteria cerebral posterior desde un punto de vista neuroquirúrgico, puede dividirse en tres o cuatro segmentos; esta última división es la más utilizada, compuesta por:
el segmento P1 comprendido entre el origen de la arteria cerebral posterior y su unión con la arteria comunicante posterior (AcomP).
El sector P2 comienza a nivel de la AcomP y finaliza cuando la arteria llega a la cisterna cuadrigeminal. Este segmento se divide en dos porciones: anterior o P2a y posterior o P2p. El límite entre ambos es el borde posterior del pedúnculo cerebral y cada sector mide cerca de 25 mm.
La porción P3 se inicia en la cisterna cuadrigeminal y se extiende hasta el inicio de la cisura calcarina.
El segmento P4 corresponde a la distribución cortical de las ramas terminales.
El segmento P2 tiene un diámetro promedio de 2,9 mm, que lo hace apto para la navegación endovascular.
De su trayecto nacen tres ramos: el primero denominado ramo central destinado al tronco cerebral, un segundo ramo llamado ventricular y el tercero que es el ramo temporal inferior destinado al territorio cortical.
Los aneurismas del segmento P2 constituyen aproximadamente el 3% de los aneurismas de circuito posterior. De los cuales el 36% se originan en la porción posterior (P2p) y aproximadamente un 20% en la porción anterior (P2a).
Muchos de ellos por su tamaño y ubicación no pueden ser clipados con preservación de la circulación distal, sin embargo la isquemia a nivel occipital se produce en un porcentaje sumamente bajo gracias a la importante circulación colateral (cerebral media, coroideas y cerebral posterior contralateral).
El acceso quirúrgico a los aneurismas de la arteria cerebral posterior varía según la localización de los mismos, los del segmento P2 se abordan por vía subtemporal.