Los trastornos o síndromes neurocutáneos, también conocidos como facomatosis, cristopatías o displasias neuroectodérmicas, constituyen un grupo heterogéneo de desórdenes congénitos que afectan principalmente a las estructuras derivadas del neuroectodermo embrionario.
Todos ellos tienen en común la afectación del sistema nervioso central, pero los nervios periféricos, la piel y otros sistemas del organismo también pueden verse involucrados.
En la actualidad, existen más de 30 desórdenes que pueden ser clasificados como síndromes neurocutáneos, pero su expresividad clínica tiene un carácter muy heterogéneo, por lo que puede existir un pronóstico completamente diferente entre uno y otro caso. Su alta incidencia hace que el pediatra deba tener la posibilidad de identificar estas enfermedades.
Ejemplos: