hueso_sacro

El hueso sacro (Os sacrum) es un hueso largo, impar, central y simétrico, oblicuo, compuesto por cinco piezas soldadas (vértebra sacra) en forma de pirámide cuadrangular, con una base, un vértice y cuatro caras, anterior, posterior y laterales. Sus alas sacras en las zonas laterales, se unen con las palas ciáticas de la pelvis.

Se encuentra debajo de la vértebra L5 y encima del coxis y entre los huesos coxales, con todos los cuales se articula.

Contribuye a formar la columna vertebral y la pelvis. Su función principal es transmitir el peso del cuerpo a la cintura pélvica.

El borde anterior de S1 es sobresaliente y se denomina promontorio sacro. El vértice se articula con el cóccix. El orificio vertebral del sacro se denomina conducto sacro. Contiene las raíces nerviosas de la cola de caballo (raíces de nervios espinales situados debajo de L1). En las caras pélvicas y dorsal del sacro aparecen 4 pares de orificios sacros a través de los cuales emergen ramos dorsales y ventrales de los nervios espinales.

En él se insertan los músculos:

Ilíaco en la base

Piramidal en la cara anterior

Isquiococcígeo en los tramos laterales

En la cara posterior: gran dorsal, dorsal largo, sacrolumbar, tranverso espinoso, glúteo mayor

Los romanos le dieron este nombre porque correspondía a la parte entregada a los dioses en los sacrificios.

El sacro y la pelvis pueden dividirse en tres zonas desde un punto de vista tanto anatómico como de instrumentación.

La zona 1 es el cuerpo vertebral de S1 y los márgenes cefálicos del ala.

El tornillo pedicular de S1 es útil aquí y debe converger hacia la línea media, con un punto bicortical o tricortical.

La zona 2 es el ala y va de S2 hasta S5.

Lesiones del sacro

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  • Última modificación: 2019/09/26 22:23
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