Dolor
ver también unidad de dolor.
Como una de las columnas de la neurocirugía funcional, es la especialidad de la medicina dedicada al estudio, diagnóstico y tratamiento del dolor, así como sus manifestaciones relacionadas que ha recibido varias denominaciones desde su inserción.
Quizá tratando de aplicar vocablos que fuesen comprendidos por el personal médico, paramédico y sobre todo por el público, se adaptaron términos como “Clínica del Dolor”.
La organización internacional que primero se formó y que ha guiado la nomenclatura de esta incipiente especialidad se tituló “International Association for the Study of Pain” (IASP) ha incorporado especialistas de diferentes disciplinas y al mismo tiempo asegurando que no trata de invadir los territorios de otras especialidades colindantes.
Clasificación
Según el tiempo de evolución
Dolor crónico: Es el dolor que dura más de seis meses, como el dolor oncológico.
Las migrañas o la dismenorrea ocurre durante dos o tres días varias veces al año y es difícil clasificarlas como dolor agudo o crónico.
Según la etiología del dolor
Dolor nociceptivo: Es el producido por una estimulación de los nociceptores, es decir los receptores del dolor, provocando que el “mensaje doloroso” sea transmitido a través de las vías ascendentes hacia los centros supraespinales y sea percibido como una sensación dolorosa. Por ejemplo un pinchazo.
Dolor neuropático: Es producido por una lesión directa sobre el sistema nervioso, de tal manera que el dolor se manifiesta ante estímulos mínimos o sin ellos y suele ser un dolor continuo.
Según la localización del dolor
Dolor somático: Está producido por la activación de los nociceptores de la piel, hueso y partes blandas. Es un dolor agudo, bien localizado, por ejemplo un dolor de hueso o de una artritis o dolores musculares, en general dolores provenientes de zonas inervadas por nervios somáticos. Suelen responder bien al tratamiento con analgésicos según la escalera de la OMS.
Dolor visceral: Está ocasionado por la activación de nociceptores por infiltración, compresión, distensión, tracción o isquemia de vísceras pélvicas, abdominales o torácicas. Se añade el espasmo de la musculatura lisa en vísceras huecas. Se trata de un dolor pobremente localizado, descrito a menudo como profundo y opresivo, con la excepción del dolor ulceroso duodenal localizado a punta de dedo. Cuando es agudo se acompaña frecuentemente de manifestaciones vegetativas como náuseas, vómitos, sudoración, taquicardia y aumento de la presión arterial. Con frecuencia, el dolor se refiere a localizaciones cutáneas que pueden estar distantes de la lesión, como por ejemplo el dolor de hombro derecho en lesiones biliares o hepáticas.
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