Agudeza visual
Es la capacidad del sistema de visión para percibir, detectar o identificar objetos espaciales con unas condiciones de iluminación buenas.
Para una distancia al objeto constante, si el paciente ve nítidamente una letra pequeña, tiene más agudeza visual que otro que no la ve.
En óptica optométrica, para calcular la agudeza visual de un cliente lo que se hace es someterlo a unos ‘’tests’’ en los que tendrá que superar distintas pruebas visuales, tales como:
Test de Snellen: son los más populares. Están formados por filas de letras que van de tamaño más grande a más pequeño conforme bajamos la mirada. Cuanto más abajo logre ver nítido el paciente, mayor agudeza visual tendrá.
Test de Landolt: formados por filas de caracteres que son circulares pero con un trazado no continuo, sino con una discontinuidad que el paciente tendrá que identificar (anillos de Landolt). El sistema de cálculo de la agudeza visual es el mismo que el anterior: arriba los caracteres más grandes y abajo los más pequeños. Por consecuencia, es normal en estos tests la presencia de la letra C en forma circular y en distintos tamaños y posiciones. El paciente en este caso tendrá que resolver dónde está la discontinuidad: arriba, abajo, derecha, etc.
Test de contraste y frecuencias: su objetivo es el cálculo de la agudeza visual al contraste (diferenciación de blanco y negro) que somos capaces de distinguir.
Para figuras tridimensionales o en relieve, el paciente se somete a tests de agudeza visual estereoscópica.
Se realiza mediante optotipos excepto en casos de baja visión (ver más abajo), y se puede evaluar para distancia lejana y cercana. También se puede tomar sin corrección, con corrección óptica (gafas, lentillas, lentes de prueba) y con agujero estenopeico. Se evalúa normalmente cada ojo por separado, y también con los dos a la vez. La medición de la agudeza se basa en el optotipo de menor tamaño que uno sea capaz de ver. Para ello, se van preguntando optotipos de mayor a menor tamaño. Según la distancia al optotipo y el tamaño de éste, existen una serie de escalas. La misma fila de optotipos señala en qué agudeza visual estamos. Existen diferentes escalas con su conversión. El sistema de fracciones es ampliamente usado. El numerador indica la distancia a la que está el optotipo, y es un número que siempre es fijo. El denominador es lo que varía, e indica la distancia máxima a la que una persona con visión normal puede ver ese optotipo. Así, una agudeza visual de 20/20 significa que el optotipo más pequeño que ve el paciente es capaz de ver está a 20 pies, y un sujeto con visión normal también lo ve a 20 pies. Si tuviera una agudeza de 20/40 significa que ese optotipo que el paciente ve a 20 pies, un sujeto normal es capaz de verlo al doble de distancia, a 40 pies. Con lo cual, el paciente tiene peor visión. Cuanto mayor es el denominador, peor agudeza visual. Otra escala, muy usada en nuestro medio, es la decimal, resultante de dividir la fracción. Así, tenemos un número de 0 a 1, representando el 1 la agudeza visual de un sujeto normal. Así, 20/20 equivale a 1, 20/40 a 0.5, 20/80 a 0.25, y así sucesivamente. A la hora de informar al paciente, es muy habitual hablar de “porcentajes de visión”, convirtiendo una agudeza visual de 0,8 en un “80%” de visión. Es una forma fácil de que el oftalmólogo o el optometrista se haga entender, y sirve como aproximación a la verdad. Pero realmente los intervalos de la escala no son lineales, y una pérdida de un 10% es muy diferente en la parte alta de la escala que la baja. Una pérdida visual de 0.8 a 0.7 (o del 80% al 70%) es mejor que de 0.2 a 0.1 (20% al 10%).