Los trastornos de la motilidad ocular extrínseca (MOE) obedecen a distintas etiologías, siendo las de origen neurológico las más frecuentes. El conocimiento de las estructuras anatómicas del SNC y de sus relaciones, nos permitirá, según la clínica, objetivar el lugar de la lesión.

La identificación precoz de estos cuadros clínicos puede prevenir un grave daño neurológico.