La mucormucosis, también llamada mucormicosis, es una infección por hongos saprófitos de la cavidad nasal y senos paranasales de los géneros mucor, absidia y rhizopus. Habitualmente aparece en pacientes con algún tipo de inmunodeficicia (diabéticos, pacientes con SIDA o a tratamiento con fármacos inmunosupresores). La forma más común es la rinocerebral, que puede empezar como una infección de los senos paranasales y progresar hasta involucrar los pares craneales y vasos intracraneales. **Clínica** Los síntomas de mucormicosis rinocerebral abarcan: Hinchazón y protrusión ocular (proptosis) Escara (costra) nasal oscura Fiebre Dolor de cabeza Enrojecimiento de la piel que cubre los senos paranasales Dolor o congestión sinusal **Diagnóstico** La RM sin y con gadolinio. presenta cambios inflamatorios en los senos paranasales y órbita. En los casos de extensión de la infección al seno cavernoso, puede apreciarse trombosis del seno cavernoso y estrechamiento de la arteria carótida. Los infartos en la distribución de la arteria coroidea anterior, sugiere invasión intracraneal (Yousem y col., 1989). Para diagnosticar la mucormicosis de una manera definitiva, se debe obtener y analizar una muestra de tejido. **Tratamiento** Se utiliza la Anfotericina B como tratamiento de elección. La cirugía se debe realizar inmediatamente para extraer todo tejido infectado y muerto. La intervención quirúrgica puede llevar a la desfiguración, debido a que puede involucrar la extirpación del paladar, partes de la nariz o partes del ojo. Sin embargo, las posibilidades de sobrevivir disminuyen enormemente sin dicha cirugía agresiva. **Pronóstico** La mucormicosis tiene una tasa de mortalidad extremadamente alta incluso con una intervención quirúrgica agresiva. Las tasas de mortalidad fluctúan entre el 25 y el 85%, dependiendo del área del cuerpo involucrada y la salud general. Se han descrito, tres casos de infiltración de la arteria carótida interna secundarias. Todos los casos desarrollaron un síndrome de ápex o vértice orbitario y su progresión agresiva hacia el seno cavernoso complicando potencialemente llevó a la invasión ICA causando potencialmente un infarto cerebral o hemorragia (Sugiyama y col., 2011). Al-Otaibi publica otra en el 2012 (Al-Otaibi y col., 2012). Se ha descrito la destrucción masiva y progresiva de la bóveda del cráneo, a pesar del tratamiento antifúngico. El paciente requirió resección quirúrgica agresiva para detener la progresión de la enfermedad y la reconstrucción compleja usando una craneoplastia de titanio (Honeybul y col., 2012). **Bibliografía** Al-Otaibi, Faisal, Monirah Albloushi, Hindi Alhindi, and Michael S Timms. 2012. “Carotid Artery Occlusion by Rhinoorbitocerebral Mucormycosis.” Case Reports in Surgery 2012: 812420. doi:10.1155/2012/812420. Honeybul, Stephen, and David Anthony Morrison. 2012. “Skull Vault Destruction After Rhinocerebral Mucormycosis.” World Neurosurgery 78 (5) (November): 553.e1–4. doi:10.1016/j.wneu.2011.12.009. Sugiyama, Taku, Satoshi Kuroda, Naoki Nakayama, and Kiyohiro Houkin. 2011. “[Invasive Paranasal Sinus Fungal Infection Developing Orbital Apex Syndrome and Causing Internal Carotid Artery Infiltration: Reports of 3 Cases].” No Shinkei Geka. Neurological Surgery 39 (2) (February): 155–161. Yousem, D M, S L Galetta, D A Gusnard, and H I Goldberg. 1989. “MR Findings in Rhinocerebral Mucormycosis.” Journal of Computer Assisted Tomography 13 (5) (October): 878–882.